EL TUTOR IDEAL

Reflexión nº 18  (creo)

Hablar del tutor ideal suena a pensar en el hombre o la mujer ideal.
      ¿Dónde está esa utopía?
Buscar ese ser perfecto además ahora es injusto. Hoy en día el ser humano reivindica sus defectos como derecho a no ser perfecto, y es cuando reconocemos nuestras deficiencias, cuando empezamos a querernos a nosotros mismos y a respetarnos. Es entonces cuando empezamos a respetar a los demás con sus defectos...
     Vale que me estoy saliendo del tema, esto se empieza a parecer al manual de autoayuda y quiereteatimismo.
Pero es que nada más ver el título de la propuesta me he asustado.
La búsqueda de la perfección, el ansia de lo ideal nos lleva a la educación más tradicional.
        No somos perfectos, pero tranquilos que nuestros alumnos tampoco..

Pero vamos a cocinar un tutor que pueda valernos.

      Receta:
                     - Dos kilos de conocimiento. (de esto se puede añadir todo lo que se quiera)
                     - 3/4 de saber comunicarse y expresarse correctamente.
                     - Una pizca de empatía
                     - 100 g. de sentido del humor.
                     - Paciencia. (mucha paciencia)
                     - Un pedazo de estar al día con las nuevas tecnologías.
                     - Sazonar con imaginación.

                Tres horas al horno, gratinar 20 minutos.

                                           Sale estupendo.